Nos falta tragedia: la política y los medios no tienen poesía.

28 septiembre 2014 § 1 comentario


Vamos a un mundo de inestabilidad política. En todas partes los que pierden las elecciones no soportan que gobiernen los que ganan.

El mundo no tiene sentido. Somos los seres humanos los que inventamos el sentido. Y lo cambiamos cada tanto. Eso se llama Historia.

No hay un sentido verdadero del mundo. Solo hay sentidos de mundo que vamos inventando y que aceptamos mientras nos sirven.

Los griegos inventaron la tragedia para pensar la vida política sin someterse al instante. Todavía hoy es la posición más lúcida.

La tragedia aparece cuando algo del orden de lo tremendo rasga el velo del mundo y lo que aparece ante nosotros nos deja sin palabras.

La tragedia griega, como arte, era un intento de restaurar el orden del mundo, destruido por el horror sin lenguaje. Era poesía para pensar.

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Ahora tenemos horror pero no tenemos un lenguaje poético que sea capaz de restaurar el orden dañado del mundo: tenemos drama, no tragedia.

La tragedia griega nace en las dionisíacas: las fiestas de Dionisos, el dios de la exuberancia y el delirio, que borra las fronteras.

Para restaurar el orden del mundo, que había sido dañado por el delirio y el horror, se sacrificaba un animal: el chivo expiatorio.

De Grecia nos viene el lenguaje social: cuando una comunidad necesita reparar el horror sufrido busca inmolar chivos expiatorios.

No es necesario que «realmente» una sociedad haya sufrido un descalabro monstruoso. Alcanza, para vivir en horror, que muchos lo crean.

Desde el punto de vista lógico, el chivo expiatorio no tiene nada que ver con la ruptura del orden simbólico.

El chivo expiatorio puede ser cualquier cosa que una sociedad pueda sacrificar: lo que le sirva para restaurar el orden simbólico dañado.

La Alemania derrotada en la Primera Guerra Mundial encontró en las grietas a su chivo expiatorio. Los indeseables: judíos, gitanos, gays.

La época contemporánea, cada vez menos religiosa aunque fanática, no encuentra un chivo expiatorio que la conforme. Oscila.

El gran chivo expiatorio de la contemporaneidad es el político. En especial, el funcionario: de cualquier partido, de cualquier ideología, en cualquier país.

Como el chivo en Grecia o los judíos bajo el nazismo, el político contemporáneo calza perfecto: ocupa el lugar de lo indeseable. Es «sucio».

Para el que odia, tanto el chivo y el judío como el político deben pagar porque ocupan un lugar que no merecen.

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Al chivo griego, en el rito se lo mataba realmente. Al judío también se lo mató en la Alemania nazi y en la Edad Media cristiana.

Ahora la religión no ocupa el centro de lo social, pero los ritos sacrificiales siguen teniendo vigencia. No en la iglesia, sino en la TV.

La «antipolítica» es la expresión religiosa más difundida en el occidente contemporáneo. En esa religión, el sacerdote es el periodista.

¿Quién no odia a los políticos en cualquier país? Son ahora como fueron los judíos para los nazis: inmundos, ladrones, egoístas. Perversos.

Todos los días, en los canales de noticias y en las webs de los diarios, celebramos la ceremonia sacrificial. Las 24 horas, sin descanso.

Los sacerdotes son puros: no caen en la corrupción. El periodista-sacerdote tiene alas que lo mantienen flotando sobre el mundo inmundo.

El circo romano era muy parecido a nuestra TV, pero tenía menos capacidad técnica. Era fruto del gusto de la mayoría por la muerte del otro.

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Hoy los periodistas son los dueños de La Verdad, como los sacerdotes en la Antigüedad. Aunque en la Era Grecoromana eran más tolerantes que ahora.

La mayoría social necesita ritos sacrificiales para tolerar la vida horrible que ha elegido vivir. Quiere que alguien pague por su error.

Por eso, la tragedia se degradó a drama: se escenifica la muerte del político en la TV, mientras vedettes, humoristas, imitadores y periodistas se ríen de la muerte ajena.

El resentimiento (mediatizado por el periodista televisivo) es el sentimiento masivo de nuestra época. La voz de los que no pueden sentirse más que derrotados y violentos.

Si hay un futuro mejor, no será en ese marco.

Twitter o la literatura

10 agosto 2013 § 5 comentarios


(Me realizaron esta entrevista para una nota sobre Twitter y la literatura, que nunca fue publicada)

-¿Cuál es el principal valor que encontrás en Twitter?

-No veo a Twitter como una «herramienta» (similar a un martillo o a un microscopio), de la misma forma en que no veo al lenguaje humano como «herramienta». Creo que ambos -Twitter y lenguaje- son potencias creadoras que nos transforman en personas, no herramientas que usamos para conseguir un fin.

El lenguaje genera el mundo que podemos pensar. Como dijo Wittgenstein: «el límite de mi mundo es el límite de mi lenguaje». Quizá haya mundo fuera del lenguaje (es lo que nos sugiere una visión del arte y las religiones), pero no lo podemos saber porque nuestro saber es lingüístico.

Lo mismo sucede hoy con el mundo virtual: Twitter (y las redes sociales en general) son el lugar en el que vivimos la vida virtual (que es la parte de la vida que, cada vez más, nos ocupa más tiempo y energía). Twitter es un mundo; una forma de estar y pensar el mundo virtual: no es una mera herramienta.

-¿Cuál es el uso que hacés de la herramienta: información, creación, entretenimiento?

-El uso que lo doy a Twitter es el mismo que le doy a mi vida fuera de Twitter: para todo.

No me «sirve» para hacer tal o cual cosa: vivo allí.

 -¿Cuál crees que es uso que los escritores, en general, hacen de Twitter?

-Creo que los escritores (que siguen creyendo que existe la literatura) no suelen comprender Twitter. Ni siquiera comprenden Internet. Creen que es una herramienta: algo que les sirve para difundir

su «obra literaria», que sería una producción no virtual. No recuerdo en este momento ningún escritor de «literatura fuera de lo virtual» que sea un tuitero que me interese.

 -Quienes deciden no utilizar la herramienta, ¿qué se pierden?

-Los que deciden no producir en Twitter se pierden de ser contemporáneos del mundo actual.

Es como si hubieran optado por jugar un juego de rol que se titule «Vivir en el pasado». Lo intentan

pero igual viven ahora, salvo que con el déficit de no estar en red.

 -Como escritor, ¿sentís que el uso de la red te acerca a los lectores?

-Usar Twitter es una de las formas más creativas de Pensar en Red. No solo producimos

otro discurso y de otra manera, sino que explicitamos que pensar es pensar en conjunto. No hay obra individual en la era virtual: toda producción es comunitaria.

 -¿Considerás que las redes en general, y Twitter en particular, están generando una nueva cultura?

-Twitter es una nueva cultura. Pasará, posiblemente, porque todo pasa. Pero es el espacio de la vida

contemporánea. La vida fuera de Twitter es una rememoración del pasado. De como se vivía antes de Twitter o de cómo se puede vivir sin producir en red: creyendo en el talento personal, por ejemplo.

 -¿Hay una nueva forma de literatura a partir de las redes sociales?

-Existe una visión que cree que la Literatura es todo texto que se asemeje a lo que durante la Modernidad se llamó Literatura. Yo creo que es una producción surgida con la imprenta y el formato «libro», que presupone la idea de un mundo autónomo y encerrado entre dos tapas. Ese mundo estalló con las vanguardias históricas y murió definitivamente con la aparición de Internet. Desde hace 20 años no existe la Literatura. Ni siquiera podemos leer la Literatura que se escribió en el pasado con las normas que tenía en el pasado. Hoy tenemos escrituras fragmentarias que se conectan en varios formatos (desde imágenes digitales a sonidos y desde la letra escrita hasta distintas sucesiones de códigos que no sabemos descifrar). Hasta 1990 leíamos libros. Desde entonces, conectamos fragmentos. Otro mundo ha surgido.

Recorrida por la muestra del Malba

7 julio 2011 § 2 comentarios


Voy a realizar una recorrida por la muestra Arte Argentino Actual, que se exhibe en el Malba.

Será el miércoles  20 a las 19hs.

La recorrida dura una hora aproximadamente y luego veremos también la muestra de fotos de Guillermo Giambiaggi.

Esta muestra exhibe el núcleo central del nuevo patrimonio que Malba adquirió en estos 10 años de existencia.

Info Malba sobre la muestra que recorreremos: http://www.malba.org.ar/web/exposicion.php?id=114&subseccion=actuales
Mi nota en La Nación comentando la muestra: http://www.lanacion.com.ar/1383300-mundos-compartidos
Están representados casi todos los artistas argentinos más importantes de las dos últimas década.
Permite una visión de conjunto de lo que es hoy el arte argentino contemporáneo.

El costo de la recorrida es de $40, más el pago de la entrada al museo ($10, público general, o GRATIS si sos estudiante con libreta que lo acredite)

El pago se hace por depósito o transferencia bancaria anterior a la recorrida. Debés conservar el recibo o imprimirlo y llevarlo el día que vayas a la recorrida.

Si realmente querés participar enviame ya un mail a danimoli1@gmail.com o un mensaje a FB poniendo tu mail y tus datos y aclarando si vas a hacer transferencia por home banking o vas a depositar por ventanilla: a tu mail te mandaré la info de mi cuenta para que deposites o transfieras los $40.

Sobre el fin del periodismo cultural

21 junio 2011 § 1 comentario


Algunas ideas, casi sin ilación, sobre el periodismo cultural frente al desafío de la vida anfibia: átomos y bits. Es el guión de mi conferencia en las Jornadas sobre Periodismo Cultural que se realizaron el 17 de junio de 2011 en la Universidad Abierta Interamericana de Buenos Aires, coordinadas por Manuel Carballo.

Cómo escapar al periodismo cultural 

  • Desde su origen las palabras “periodismo” y “cultural” tuvieron una relación problemática. Se podría decir que constituyen un oxímoron o un malentendido.
  • “El periodismo consiste en hacerle saber que Lord Saville ha muerto a un grupo de gente que no sabía que Lord Saville estaba vivo”.
  • “El periodismo y la literatura se parecen: el periodismo es ilegible y la literatura no se lee” (Ambas citas de Oscar Wilde)
  • Los suplementos culturales nacen, se desarrollan y sobreviven como parásitos del cuerpo central del diario. El suplemento pertenece a la lógica de lo accesorio, de lo agregado. La noticia cultural y, especialmente, la crítica son vistas como lectura para el ocio. Y el ocio entendido como espacio vacante. Lo improductivo, lo sinsentido, el aburrimiento.
  • A partir de allí se organizan distintas ideologías de lo suplementario cultural, pero todas son hijas de esta lógica.
  • Eso se acabó: por eso los suplementos no nos dicen nada. Los suplementos piensan en objetos que ya no existen: el libro, por ejemplo.
  • El objeto material libro sigue en pie. Lo que no sigue en pie es la lectura de libros. Ya no leemos sino que conectamos fragmentos. Estos fragmentos tienden a la digitalización: lo no digitalizable no se conecta.
  • Aun somos anfibios: seres mutantes entre el mundo de los átomos y el mundo de los bits. En esta mutación vivimos en el mundo del malentendido. En todos los sentidos. Uno de ellos es seguir pensando en objetos culturales creados en la época anterior a la experiencia anfibia y a la digitalización total de la vida.
  • Las redes sociales son los lugares de vida contemporánea. La producción de algo así como sentido o arte o entretenimiento (no me voy a detener a discutir estos términos, problemáticos de por sí y ya insuficientes para dar cuenta de nuestra experiencia) es impensable en la actualidad sin la intervención en las redes. “Broadcasting yourself” significa hoy: “genera tu propio contenido”. En Facebook, Youtube y Twitter eso ya sucede masivamente.
  • Hoy no se puede pensar la “cultura artística” disociándola de la idea de colaboración: no hay productos puros ni originales ni artesanales. Ser es donarse a la circulación. De allí la generación de tribus (por lo demás inestables, nómades y de corta duración). De allí la producción de efectos parciales, circunstanciales, efímeros. Lo que el marketing llamaba “nichos de mercado” hoy es la forma de existencia: nada es global ni local. Todo fluye y se disipa.
  • Twitter es el cerebro de nuestra época. No es una mera red social sino una lógica, una ética, una estética y el campo de exploración de la cultura contemporánea. Si participás de Twitter intensamente se reformatea tu forma de pensar, de leer, de ver, de sentir, de estar en el mundo.
  • Buena parte de la intensidad de Twitter surge de principios muy simples pero que han transformado nuestra percepción del mundo: en primer lugar, la asimetría (no hay amigos, como en FaceBook); en segundo lugar, la limitación espacial (los 140 caracteres); en tercer lugar, la engañosa simplicidad (la estética minimalista, el universo exclusivamente gráfico, la velocidad con la que se mueve el Timeline).

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